Llevaba mucho tiempo queriendo hacer esta tarta y os puedo asegurar que es una delicia. Postre tradicional latinoamericano que una vez que lo pruebas engancha totalmente. Consiste en un bizcocho bañado en una crema que es mezcla de tres leches: evaporada, condensada y nata. Cubierto con merengue.
Buscando información he encontrado tres blogs estupendos de tres mujeres maravillosas que la tenían publicada y en los cuales me he basado: Pamela de
rescatando recetas, Nathalia de
el punto del caramelo y Tere de
las recetas de Tere. Cada una hace una obra de arte de este postre.
En mi caso he cubierto el bizcocho de una fina capa de dulce de leche antes de ponerle el merengue y le da un toque fantástico que potencia el sabor.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
4 huevos
4 cucharadas de harina
4 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de levadura en polvo
1 cucharadita de vainilla
Para la crema de leche:
3 yemas
1 lata de leche evaporada
1 lata de leche condensada
1 bote de nata líquida
2 cucharadas de ron
Para el merengue italiano:
4 claras de huevo
2 tazas de azúcar
1/2 taza de agua caliente
4 cucharadas de dulce de leche
Elaboración:
Empezamos preparando el bizcocho, para ello separamos las yemas y las claras. Batimos éstas a punto de nieve y vamos añadiendo las yemas poco a poco con la vainilla, a continuación el azúcar y por último la harina que previamente habremos tamizado con la levadura. Colocamos en un molde desmontable de 22 cm, metemos al horno previamente calentado y tenemos unos 15 o 20 minutos o hasta que veamos que está hecho a temperatura de 180 grados.
Mientras el bizcocho se está haciendo preparamos la crema de leche, lo normal es mezclar las tres leches sin las yemas, pero he incluido las yemas, enriquece la crema y aporta un sabor estupendo al bizcocho. En un cazo ponemos la mitad de la nata a fuego suave. Las yemas las batimos bien hasta que blanqueen y añadimos una cucharada de la nata caliente en ellas y mezclamos para evitar que se corten luego. Añadimos en hilo a la nata moviendo continuamente y cuando empiece a espesar retiramos del fuego. Se puede hacer al baño maría. Cuando enfríen añadimos el resto de la nata, la leche condensada, la evaporada y el ron, mezclamos bien con movimientos envolventes hasta obtener una crema ligera. Si lo van a tomar niños suprimimos el licor.
El bizcocho todavía templado lo colocamos en la fuente de servir, hacemos unos pequeños cortes y vamos echando pequeñas cantidades de la crema dejando que el bizcocho lo absorba. Lo haremos en varias veces dejando que lo vaya absorbiendo lentamente. Llegará un momento que no absorba más y quede en la fuente, eso es lo que nos servirá para acompañarlo a la hora de servir.
Mientras preparamos el merengue, en este caso italiano que es más consistente y aguanta sin problema. Para ello ponemos el azúcar en un cazo con el agua para hacer el almíbar, el azúcar debe estar totalmente bañado por el agua, no debemos moverlo para evitar que cristalice. Cuando esté a punto de bola suave lo retiramos. Este punto se alcanza a 119 grados o cuando al coger una cucharadita del almíbar y echarlo en agua fría se haga pequeñas bolas, que podamos dar forma con los dedos. Las claras, deben estar a temperatura ambiente, las ponemos en un vaso de batidora y con las varillas eléctricas las vamos poniendo a punto de nieve, en ese momento empezamos a echar el almíbar en hilo, seguiremos batiendo hasta que enfríe el merengue.
Montaje:
Al bizcocho bañado en la crema le ponemos encima una fina capa de dulce de leche, si está muy espeso, para facilitar extenderlo, lo ponemos un par de segundos en el microondas. Encima colocaremos el merengue, se puede poner en una manga pastelera para aplicar más cómodamente. Podemos dejar la crema que no nos ha absorbido el bizcocho en la fuente o recogerla en una salsera para acompañar a la hora se servir el postre. Por último con un soplete de cocina quemamos el merengue para darle un bonito tono, podemos hacerlo en el horno, pero con mucho cuidado que no se queme.
Espero que os guste!!