Tenia muchas ganas de preparar una tarta de zanahoria y el resultado ha sido estupendo. He preparado bizcocho genovés y lo he rellenado con un puré delicioso de zanahoria y naranja, muy especiado. Para la cobertura me he decidido por un glaseado de mascarpone, no me seducen mucho las glasas, pero en esta tarta ha quedado estupenda. Para la decoración he hecho unas flores con caramelos sugus, la idea me la dio mi amiga Isabel, se hacen de una forma muy fácil y quedan muy lindas. Acompaño la tarta con una salsa que no es otra cosa que el jugo que suelta el puré con todo el aroma y sabor de las especias.
Ingredientes:
Para el bizcocho genovés:
4 huevos
100 gr de azúcar
100 gr de harina de repostería
Pata el relleno:
3/4 de kilo de zanahorias
un vaso y medio, de los de agua, de zumo de naranja
la ralladura de una naranja
10 cucharadas de azúcar integral de caña
una cucharadita de café de canela molida
media cucharadita o algo menos de sazonador de manzana y naranja con jengibre, alcaravea, mejorana. clavo...
un cucharada de licor de naranja
125 gr de polvo de almendra
Para el glaseado:
100 gr de mascarpone
30 gr de mantequilla
240 gr de azúcar glass
Para la salsa:
el jugo que nos suelte el relleno
una cucharada de azúcar integral de caña
2 cucharadas de nata líquida
podemos necesitar algo más de zumo de naranja
Para la decoración:
2 caramelos sugus para cada flor
hojas de hierbabuena
Elaboración:
Empezamos haciendo el bizcocho genovés, para ello separamos las yemas y las claras, batimos las primeras con el azúcar hasta obtener una crema blanquecina, tiene que doblar su volumen. En otro bol montamos las claras a punto de nieve. Añadimos a las yemas con movimientos envolventes, poco a poco. A continuación incorporamos la harina tamizada hasta que todo quede perfectamente integrado y siempre con movimientos envolventes. Podemos hacer el bizcocho y cortar luego en tres capas o como es mi caso, hacerlos en tres aros de 20 centímetros sobre papel de horno. El horno le tendremos previamente calentado y lo pondremos a 180 grados hasta que veamos que está hecho.
Para el relleno, lavamos, pelamos y rayamos las zanahorias. Las ponemos en agua hirviendo y dejamos unos 10 minutos, escurrimos y volvemos a poner 5 minutos en el zumo de naranja con el azúcar, la canela , las especias, la ralladura y el licor de naranja. Pasamos el contenido a un vaso de batidora y trituramos con el polvo de almendras. Pasaremos el puré que nos ha resultado a un colador sobre un cazo para que recoja todo el jugo que suelte. Veremos que nos queda un puré sabroso y con un color estupendo y por otro lado el jugo, muy aromático, de color intenso y con un sabor delicioso. Con un poco de este jugo impregnaremos los bizcochos y con el resto haremos la salsa.
Para la salsa, la he utilizado tal cual me quedó, pero si v
eis que no tenéis demasiada o que no os ha quedado suficientemente espesa, la preparación es la siguiente: En un cazo ponemos al fuego una cucharada de azúcar moreno, dejamos que empiece a caramelizar y añadimos el jugo ( si es poco, añadir algo más de zumo de naranja ), mezclamos bien, si queremos que nos espese un poco más, añadimos unas cucharadas de nata líquida dando vueltas continuamente.
Para el glaseado de mascarpone, ponemos el queso y la mantequilla en el vaso de la batidora y lo colocamos sobre un cazo con agua caliente, mezclamos bien hasta obtener una crema untuosa, en ese momento empezamos a añadir poco a poco el azúcar glass batiendo con las varillas eléctricas a velocidad alta.
Para hacer las flores de adorno, necesitaremos dos caramelos por flor. Ponemos los caramelos en un cuenco y metemos un segundo al microondas para que se ablanden una pizca, lo justo para poder trabajar con ellos, mezclamos la pasta y estiramos en una tira más ancha por una parte que por otra y luego vamos arrollando empezando por la parte mas estrecha, dando la forma de flor.
Montaje y emplatado:
Colocamos en el aro la primera placa de bizcocho que habremos pintado con el jugo y encima extendemos la mitad del relleno, vo
lvemos a colocar la otra capa de bizcocho y la otra mitad del relleno. Ponemos la última capa de bizcocho y encima el glaseado de mascarpone. Está mejor de un día para otro.
Cuando vayamos a servir, quitamos el aro con cuidado y adornamos con las flores y unas hojas de hierbabuena.
A disfrutar!